¡Reyes Magos! Como cada 6 de enero conmemoramos la llegada de los 3 «hombres sabios» de Oriente con sus regalos. Pero, ¿de dónde procede esta tradición? ¿Eran tres y eran de razas distintas? El cristianismo ha impuesto una imaginería que ha tenido todo tipo de interpretaciones en la literatura, el cómic, la música, el cine o la televisión. Desde Antonio Machín o Imanol Arias haciendo de Baltasar, hasta Carlos Gardel o Sparks cantando a los Reyes Magos, pasando por Sergio Ramos o Chiquetete marcándose un blackface. El lore de los Reyes Magos da para muchísimo, ¡vais a flipar!
Protagonistas de la Epifanía, San Mateo fue el primero que nos advirtió de la presencia de los misteriosos magos que traían oro, incienso y mirra al Rey de Reyes. Raza y procedencia se fueron incorporando a partir de la Edad Media hasta convertirse en protagonistas del final de las Navidades hispanas. No obstante, como desgranamos en nuestro podcast, los verdaderos orígenes de Melchor, Gaspar y Baltasar han dado lugar a todo tipo de interpretaciones de lo más molón.
Su iconicidad ha inspirado a todo tipo de artistas y autores. Desde los que especulaban con su sexo hasta los que se preguntaban si no había un cuarto Rey Mago perdido, pasando por los que les presentan como delincuentes. Unos personajes ideales para que aparezcan en un tebeo de Marvel o que le flipen a tipos como El Cejas.
Y claro, el cine no iba a tardar en incorporarles. Alegorías de John Ford, comedias que transcurren en la víspera del día 6 de enero, voluntariosas cintas de animación hispanas o incluso Alex de la Iglesia acabando con los Magos de Oriente, los Reyes Magos en el celuloide han dado juego.
En la televisión hemos tenido capítulos de Farmacia de Guardia o Ana y los 7 y como no el Universo Mediaset los ha adoptado con su habitual desfachatez y vergüenza ajena. Pero para vergüenza ajena la de las cabalgatas en las que concejales y famosos emulan a los Reyes Magos. Pero para finalizar el podcast y dejar un buen sabor de boca, no podemos dejar de degustar un trozo de roscón, ¿lo preferís con o sin nata?