
¡Viva la sangre! En los 90, el gore se puso de moda, y se convirtió en el santo y seña de toda una generación de fans… ¡e incluso creadores! Hoy rendimos homenaje a toda esa escena: desde films como Braindead o Nekromantik a fanzines como 2000 Maníacos o Zineshock, libros tan imprescindibles como Goremanía e incluso los cortos de amiguetes repletos de sangre y tripas de de aquellos «CASP».
Un programa muy especial repleto de sangre y tripas, pero también de la calidad de muchos recuerdos e historias de nuestros antimonitores en su etapa más teenager.

El fanatismo por el terror terminó coagulando en la búsqueda de emociones fuertes, y el culto a cintas donde las mutilaciones y los maquillajes sanguinolentos eran el principal reclamo. Algunas fueron auténticas sensaciones internacionales, como Holocausto Caníbal o las operas prima de gente somo Sam Raimi o Peter Jackson. Otros charcuteros tuvieron carreras más modestas, como aquellos representados por la colección Gorgon Vídeo…

También ahondamos en la experiencia de ser un fan del gore. ¿Por qué lo hacíamos? ¿Y cómo conseguíamos ver las películas? El underground, el tráfico de cintas piratas mano a mano, las visitas a festivales de cortos, los conciertos (y pelis) de Killer Barbies o las madrugadas en vela para ver La noche más gore en Canal +. Todo un modo de vida que marcó a muchos jóvenes durante los 90.

Desde el underground absoluto, varios creadores se alzaron hasta profesionalizarse, hacer TV, realizar revistas profesionales y dirigir pelotazos como El día de la Bestia o Rec. Por eso, no solo contamos con nuestros propios recuerdos, sino también con algunos de los protagonistas de una escena de lo más singular. Manuel Valencia (2000 Maníacos) Javier Perea (Imagen Death) Manuel Romo (Hijomoto) e incluso Santiago Segura (Evilio y Perturbado) aportan su punto de vista y sus experiencias vitales como abanderados del gore hispano. Casi na.

Uno de nuestros programas más extensos hasta la fecha. No podía ser de otra forma: aquí está buena parte de nuestra adolescencia y nos lo hemos pasado en grande echando un vistazo a todo el legado que nos trajeron aquellos años. Subíos al caballo de Bostele. ¡La sierra es la familia!
Voy muy tarde, pero solo quería decir que este es uno de los programas que más me ha gustado.
Nunca es tarde! Lo celebramos, muchas gracias 😀